martes, 18 de agosto de 2009

Soñar Soñando

Soñar soñando

No fumé, tomé tequila ávidamente..

Domingo, después de haber despertado de una juerga de casi todo el sábado, llegue a casa en estado etílico, pero poco, solo un poco. Jediondillo pues.

Lo que quería era dormir, como en innumerables ocasiones al llegar en ese estado.

Soñé.. mmm no lo recuerdo, tal vez algo sin importancia y desperté, por la mañana cerca de las 8 menos cuarto del domingo, desperté pero no me levante, esperaba que sonara el tono de un mensaje, ¡pero como sonaría, si ni siquiera nos habíamos puesto de acuerdo que me mandarían mensaje!, solo quedamos en que desayunaríamos menudo por la mañana. (mmm que bien, espero que me vuelvan a invitar, jejejaja)(Si o no es mejor ir a un desayuno invitado que ir solo por un menudo?)

Cerca de las 8:15 volví a quedar dormido, …

ZZZZZZZzzzzzzzz esta en la escena de una película lo sabía, lo recordaba soñando, en un pequeño puerto donde esperaban zarpar un barco que mas bien parecía un platillo volador de costado, rojo tirándole a marrón. La gente en sus botes se apresuraron a la par del deforme barco rojizo donde lo despedirían a la par del gran navío arrastrado por un bote mas pequeño que lo guiaba, en los próximos mmm, digamos unos cuantos metros, un bote se acercó al remolcador y dos hombres caucásicos subieron solo para soltar una especie de eslinga de fibra textil con la que el gran barco enganchaba a la pequeña embarcación al final de una polea con gancho de acero, pero éste en una posición invertida, de gran tamaño y un color negro, muy desgastado por los múltiples arrastres que ha realizado.

Al quitar la soga el hombre comenzó a llorar tal vez porque se le iba algún ser querido, en el mismo instante el remolcador avanzó acelerando al máximo para retirarse de la ruta del gran navío. En ese momento el otro hombre evitaba resbalar, solo se sostenía con una sola mano de un asa y el hombre pronto recuperó el equilibrio evitando caer. Cuando nos alejamos de la embarcación llegamos a un especie de río por el que pasaría la gran embarcación y sin dejar de verla, esta aceleró al máximo alejándose tal vez a una velocidad de 170 km/h, impresionado por ver el plato a tan gran velocidad llegamos a la orilla donde nos aguardaba un delicioso vaso de agua de horchata (eso parecía) cuando mi compañero pidió su vaso, la chica que atendía destapó de un cubo hecho en la misma banqueta, de concreto, con una tapa de metal manchada parecía estar muy caliente, al ver lo que había adentro se me hacía raro ver como preparaban un vaso de agua de horchata. Fuera del cubo tenía un frasco en el que metía un recipiente que figuraba un biberón, y sacaba el concentrado lo ponía en un vaso desechable del 6 y acto seguido metía un cucharón al cubo de cemento para sacar un poco de agua con hielos y acabar de preparar la bebida.

Cuando me despachó, volteé y el río había desaparecido ahora era una calle medio empedrada con algunas sillas con gente sentada otras conversando y me di cuenta que había algunos amigos y familiares, me acerqué a la otra acera y conversaba con alguien que no recuerdo cuando de pronto un perro me muerde una nalga, lo quité dándole un par de golpes, el perro negro no se fue del lugar pero dejó de molestarme, en el momento al sobarme recordé que anteriormente ya había sufrido un ataque similar pero por un becerro.

Volví a regresar a la acera de frente cuando veo a una niña sentada en una silla y me le acerqué para saludarla, la tomé de un brazo y después de un pequeño saludo me alejé, inmediatamente se acercó una prima reclamando algo de lo que aun no entiendo, traté de decirle que no la entendía pero ella insistía en hablar y decir palabras que para mi no tenían sentido, incoherentes, por lo que se acercaron mi hermano y un amigo y trataron de explicarme la situación pero al igual que mi prima, solo decían incoherencias. Cuando por fin llegue a mi casa a dormir, soñé que estaba en el comedor de mi casa y ahí estaba mi papá, lo saludé como comúnmente con un "kihubole" pero antes de llegar a la cocina desperté del sueño y me quedé un momento en cama escuchando murmullos fuera de mi cuarto, cuando salí pasé por el comedor y ahí estaba mi papá me saludó y sonrió, yo no lo podía creer, me acerqué y lo abracé, lloré diciéndole que ese momento lo había soñado y le repetía que lo había soñado. En realidad no me esperaba ver a mi papá en casa tan pronto, solo ha pasado un mes y días…

Un minuto mas tarde después de las 11:30 de la mañana domingo, desperté pensando en lo soñado, en que un día regresará.

Por lo pronto me esperan para desayunar un rico menudo y creo que se está haciendo un poco tarde.

Son sueños un poco locos, sueños güajiros, esperando que sean verdad…

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