martes, 11 de agosto de 2009

Confusión frutal




Hace tiempo, cuando aun estaba la casa de la esquina (vieja y arrumbada) jugábamos un poco,, entrábamos en ella y de noche mejor nos alejábamos, era muy obscura y no nos daba buena espina.

Al lado había una casa con un gran zaguán y un pasillo y al final un pequeño huerto con un granado. Tal vez exagere en lo del zaguán pasillo y huerto, pero de infante todo aparenta ser mas grande de lo que en realidad es.


Un día, al hacer una descarga de mercancía, algunos cargadores osaron brincar la barda y tomar un poco del fruto del árbol de los vecinos, instantes después llegaron patrullas y rodearon la cuadra, "nadie se mueva, ¿quiénes son ustedes?, ¿a qué se dedican?" entre otras preguntas de los inoportunos y poco eficientes vigilantes de la seguridad de nuestro estado.. (no todos); nos inmovilizamos y dejamos las actividades, los policías entraron a la casa la medio catearon y tal vez algo se clavaron y comenzaron a platicar con mi tío, éstos dijeron que les había llegado un reporte que en esta casa había granadas y no se irían hasta dar con ellas.....

Pidiendo perdón por nada, mi tío despachó a los judíos comentando que no volvería a pasar, ¡no robarían más granadas!

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