miércoles, 8 de septiembre de 2010



En estos días he escuchado al presidente en uno de los tantos spots informativos, que sólo él sabe dar, diciendo que se han rehabilitado muchas carreteras y se han construido otras; Ya en otras ocasiones lo escuchaba diciendo del bendito arco del triunfo, perdón, arco norte, el cual todos los que hemos dado alguna mordida a los infelices tránsitos de chilangolandia, agradecemos esta obra civil y los que no también.

En plática con una excelente amiga pedagoga y aya, lo digo porque ejerce su profesorado con tolerancia, amabilidad y eficacia, (ya uno sabe que siendo universitarios aveces nos comportamos de manera infame, disculpen, quise decir infante), y me decía que una compañera de estudios extra curriculares, de lo mal que le fue con éstos tránsitos defequenses o como se les llame a los chilangos cara de chile y cuerpo de chango. Por no querer dar una mordida le detuvieron el auto y se lo llevaron al corralón. Y seguramente sin argumento que justificara su proceder.

En mi caso, crucé varias veces el DF por cuestión laboral y he agradecido este arco norte, porque muchas veces les dimos para que pudieran comer con tortilla estos tránsitos ya que si detenían nuestro vehículo y lo llevaban al corralón sería perder tiempo y dinero.

Ahora espero que las palabras de nuestro presidente FeCal no queden en un spot y haga realidad sus propuestas de modernizar carreteras que mucha falta les hace, por ejemplo, la carretera transísmica, que se encuentra en la zona más angosta de nuestro destrozado país y va de Veracruz a Oaxaca. Esta carretera es muy importante ya que se pudiera cruzar del Pacífico al Atlántico en tan solo 3 horas, si estuviera en buenas condiciones.
Pero como buenos mexicanos, eternizaremos nuestra espera de buenos y concienzudos gobernantes que no sólo hagan carreteras si no que también gobiernen con sensatez.

Fotografía tomada en Matías Romero, Oaxaca.

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